viernes, 13 de abril de 2012

Historia de los toscanos Flor de Mayo

A diferencia de sus similares del Caribe o de Brasil, que siempre estuvieron radicadas en las mismas zonas de cultivo, la manufactura de tabacos argentinos a escala industrial se ha desarrollado, salvo pocas excepciones, en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, bien lejos de las provincias norteñas que proveyeron históricamente su principal materia prima. Una excepción a esta regla es la empresa Manufactura de Tabacos Colón, que existió durante casi todo el siglo XX en la ciudad de Rosario, más precisamente en sus instalaciones de la calle Felipe Moré 929.
Este importante emprendimiento nació en los primeros años del 1900 como fruto de la sociedad entre el inmigrante español Emilio Sust y el señor Isidoro García, que se lanzaron a fabricar los populares y muy vendibles productos derivados del tabaco, en especial cigarrillos y cigarros de porte pequeño. En 1920, el negocio pasó a manos de Jaime Sust y Fermín Fernández, y desde entonces fue conocido tanto localmente como a nivel nacional bajo su nombre original o simplemente como Fernández y Sust. En Rosario, las marcas elaboradas y comercializadas por la firma se volvieron muy afamadas, lo que luego se extendió a Buenos Aires y otras ciudades importantes del interior del país. Así, los cigarrillos Don Hipólito (1), República, 5 de Abril, Pabellón Nacional y Colón constituían nombres famosos junto con los toscanos Flor de Mayo, Génova y Fundador y los "cigarritos" Chelitos, Predilectos y Dike.

La producción de la factoría rosarina continuó creciendo y aumentando sus ventas en las décadas posteriores. El incremento del hábito de fumar cigarrillos y las todavía importantes costumbres del cigarro y del toscano (especialmente entre la colectividad italiana), le dieron a esos productos una presencia en el mercado que los pone a la altura de otros gigantes de la época. En materia de toscanos propiamente dichos, su "caballo de batalla" fue siempre la etiqueta Flor de Mayo, que allá por las décadas de 1940 y 1950 llegó a ser tan conocida y renombrada como los míticos Avanti y Regia Italiana. De hecho, bien puede decirse que fueron las tres manufacturas toscaneras argentinas del siglo XX, casi como un verdadero oligopolio del singular producto. Uno de los emblemas de las marcas de Fernández y Sust era la leyenda "100% tabaco nacional" impresa en los envases,  algo que los diferenciaba radicalmente de sus competidores, siempre ocupados en resaltar una cierta identidad italiana por composición, tradición, o simplemente por la sonoridad del nombre.


La envergadura de la empresa se pone de manifiesto a través de su aparición en innumerables crónicas, registros y relatos de la época, pero también mediante la frialdad de los números, comenzando por los 450 operarios que llegó a ocupar en sus mejores tiempos y por las dimensiones del establecimiento, que alcanzaba a cubrir una manzana. Esa importancia también se destaca si revisamos alguas estadísticas de las compras de tabaco que realizaba en la provincia de Misiones. El siguiente es un cuadro que muestra los envíos de tabaco en fardos efectuados por Johann y Cía, el principal acopiador de tabaco de la región, durante el período 1934-1942 (2).

Año
Comprador
Kilos de tabaco
Número de bultos
1934
Fernández y Sust
38.800
776
1935
Fernández y Sust
153.250
3.065
Aime y Cía.
20.000
400
1936
Fernández y Sust
120.500
2.410
Aime y Cía.
20.000
400
Vila y Tresoldi
20.000
50
1937
Fernández y Sust
107.600
2.152
1938
Fernández y Sust
67.850
1.357
1939
Fernández y Sust
94.000
1.880
1940
Fernández y Sust
166.650
3.333
S. Pampillo y Cía.
30.000
600
1941
Fernández y Sust
172.100
3.442
1942
Fernández y Sust
83.650
1.673

Una simpática nota de color relaciona además a Fernández y Sust con el fútbol rosarino. En 1927, la Muncipalidad local le cedió al club Rosario Central el predio ubicado en la intersección de la Avenida Génova (3) y la calle Cordiviola destinado a la construcción de un estadio con capacidad para 30.000 personas y plateas con butacas pullman, todo un lujo para la época. La firma que nos ocupa tomó entonces a su cargo la realización de la obra, lo que le ha valido un sitial de honor en el corazón de esa célebre institución deportiva. Las crónicas añaden además que en el primer encuentro jugado en el nuevo reducto, Rosario Central se impuso por 4 a 2 a su tradicional rival Newell's Old Boys.













Ya hemos dado cuenta en entradas pasadas de la declinación paulatina del cigarro en general, y del toscano en particular, a partir de mediados de los años cincuenta. Pese a todo, Tabacos Colón logró perdurar con cierta dignidad hasta finales de los años 1970. Luego, su realidad pasó a constituir el material que desde hace ya varios meses nos convoca en este blog: la historia de los consumos argentinos. Hoy rendimos un homenaje a esta empresa y sus marcas que acompañaron durante décadas a millones de habitantes de nuestro país en la sobremesa, en el trabajo o en las reuniones de amigos. Y lo hacemos con la expectatica de volver muy pronto sobre el tema con una degustación de toscanos "Génova" (la segunda marca de la firma) de la década de 1960. (4)

Notas:

(1) En la entrada del 16 de Marzo "Cigarrillos y Política" dimos cuenta de esa etiqueta en su debido contexto histórico.
(2) Datos obtenidos del trabajo "Tabacaleros y Acopiadores en la colonización de Alto Paraná Misonero", de María Cecilia Gallero, UNM, CONICET, Junio de 2011.
(3) No sabemos si la ubicación de la nueva cancha en la Avenida Génova fue lo que motivó la creación de la marca homónima de toscanos, pero es una posibilidad para tener en cuenta.
(4) Con esta son tres las degustaciones cuyas respectivas crónicas iremos publicando en futuras entradas: una de Avanti de la década de 1950, otra de Regia de la década de 1940 y la recién mencionada de Génova de la década de 1960.

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