El Morocho y el
Oriental es un tango-milonga de 1946 con música de Ángel D’Agostino y letra de Enrique Cadícamo. Su título es un homenaje a dos figuras legendarias del
género musical porteño por excelencia: Carlos Gardel y José Razzano, quienes
formaron un proverbial dueto entre los años 1911 y 1925. Los versos,
perpetuados en la memoria colectiva gracias al renombre de las dos figuras
aludidas, cuentan con algunas estrofas que describen muy bien el ambiente de un
típico cafetín boquense ubicado en la esquina de Almirante Brown y Olavarría. El segmento que
nos interesa es el siguiente:
Histórico bodegón
donde una noche
Cafieri
entró a copar la
reunión.
Traía un dúo de
cantores,
y haciendo orgulloso
punta,
dijo: “aquí traigo una
yunta
que cantando hace
primores”.
Y con acento cordial,
fue diciendo medio
chocho:
“este mozo es el
Morocho,
y éste, Pepe, el
Oriental”.
La mención de viejos productos bebestibles no pasó
desapercibida y son numerosos los estudiosos de la literatura tanguera que se han ocupado de investigar su identidad. Ciertamente no es difícil dar con ellos
por ser artículos de fama bien documentada a lo largo del pasado y muy
populares entre el consumo argentino de antaño. El Priorato es un antiquísimo vino tinto español producido en la
región catalana de Tarragona que arribó en grandes cantidades a nuestro país
durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX (1). Trinchieri, por su parte, era una marca
de vermouths y aperitivos elaborados por la Societá
Trinchieri- Brosio en Italia, que también se importaba copiosamente hacia
el 1900 (2). De este último caso nos vamos a ocupar hoy, haciendo hincapié en un dato prácticamente
desconocido: sus problemas recurrentes
con las autoridades aduaneras e impositivas de la época. Pero antes de pasar al
núcleo del asunto observemos una imagen de la planta sita en la Via Tesso 8 bis de Torino (Turín, si lo castellanizamos), ciudad licorista peninsular por excelencia. La
dedicatoria manuscrita está fechada el 21 de Mayo de 1904.
Cronológicamente hablando, la foto en cuestión coincide
bastante con la llegada del artículo a
nuestro país, ya que el 8 de julio de 1905 recibió la jerarquía de vino medicinal dentro de la compleja
nomenclatura de impuestos, avalúos y tarifas aduaneras de aquel tiempo. Para acceder a ese privilegio (pagar menos derechos) era necesario estar
incluido en alguna categoría relativa al caso, como la de ciertos ejemplares
del “Vino Chinato” (quinado) con alto
contenido de quinina, el principal derivado de la quina. Pero claro, cuando tales productos se destinaban específicamente al ámbito farmacéutico eran
presentados en envases visiblemente distintos por su forma y contenido -volúmenes que no superaban los 300 o 350
centímetros cúbicos- , que además se
vendían sólo en boticas y droguerías.
Así y todo, el Trinchieri pasó la prueba y continuó pagando aranceles de
“vino medicinal” por varios años, no obstante su popularidad y su botella
convencional de litro. Pero en algún momento alguien se percató del error, tal
cual lo demuestra la resolución publicada en el Boletín Oficial el 14 de
Diciembre de 1910. Allí se deja constancia de cierto informe elevado por la
Administración de Impuestos Internos dos años antes, sentenciando que el Trinchieri
“se vende en almacenes, confiterías, bar,
etc.” y que “es simplemente un
aperitivo a base de vino”. Ergo, fue re categorizado como tal y dejó de ser
considerado un remedio.
Apenas dos años después ubicamos un incidente parecido,
transcripto en el Boletín Oficial con fecha 22 de octubre de 1912. En esa
ocasión se trató de la denuncia realizada por un Vista de Aduana (3) respecto a que el Trinchieri venía declarado
como vermouth, pero es realidad era un aperitivo a base de vino quinado. Quizás por lo reciente del episodio anterior, el Tribunal
de Vistas desestimó rápidamente la denuncia considerando que “la parte técnica del asunto está plenamente resuelta por certificados de reparticiones oficiales, en cuanto a que se trata
de un vino compuesto tipo vermouth y que no contiene como principio amargo un
alcaloide de la quina”. Más adelante sentencia más lapidariamente aún que
el Trinchieri no contiene quina según los análisis, y luego nos permite saber
que para ese entonces ya se habían
despachado al consumo 150.000 cajones (4). Ahora bien, los dos casos señalados
parecen evidenciar la existencia de una confusión manifiesta con respecto al
rótulo que nos ocupa, presentando incluso algunos elementos totalmente
contradictorios. La resolución de 1910 asegura que contenía quinina (“aunque la cantidad de alcaloide es pequeña”)
y la de 1912 resulta terminante confirmando lo contrario. En definitiva, ¿qué
era el Trinchieri?
El origen del entuerto parece estar en la difusa mezcla de
denominaciones que la propia casa de Italia utilizaba para nominar el producto.
Independientemente de otros artículos fabricados por Trinchieri, como Americano y Fernet, los testimonios
evidencian que su etiqueta preferida en Argentina (la misma señalada por el
tango) era el Vermouth, pero que éste
era designado indistintamente como Vermouth
a secas, como Vino Chinato o como Vermouth
Chinato. Semejante repertorio de títulos para referirse a lo mismo es
observable en antiguas publicidades de la marca, lo que sin dudas fue motivo de
muchos dolores de cabeza para los funcionarios aduaneros argentinos en los
tiempos del Centenario. Y no era para menos: por ese entonces existían decenas
de bebidas del mismo tipo, nacionales e importadas, pertenecientes a diferentes
categorías legales y distintos cuadros arancelarios.
Por lo pronto, de algo podemos estar seguros: en aquel histórico bodegón de La Boca los
parroquianos no se preocupaban mucho por eso.
Notas:
(1) Es un hecho que el Priorato actuó como reemplazo del Carlón, el otro vino de origen español
que tuvo su época dorada en la primera mitad del XIX.
(2) Además de vermouths y aperitivos diversos, Trinchieri
producía un Fernet que también estuvo
presente en estas latitudes, según consta en la antigua publicidad
dispuesta a continuación. Su
concesionario y distribuidor en Argentina era Mignaquy y Cía., una casa muy reconocida que se ocupó durante
décadas de importar y vender todo tipo de alimentos, bebidas y tabacos. De ella
hemos hablado mucho en el blog Tras las
huellas del toscano, ya que se especializaba en el segmento de los cigarros
italianos.
(3) Se llama Vista de
Aduana al funcionario aduanero encargado de inspeccionar las mercaderías
que pasan por esa dependencia, tanto de importación como de exportación. A él
le cabe la responsabilidad de verificar los contenidos y cotejarlos con las
respectivas declaraciones según las normas vigentes.
(4) En ese entonces se utilizaba el cajón de doce unidades,
lo que da un millón ochocientas mil botellas.
que emoción con estos comentarios, tengo una botella de trinchieri,en su fondo está impresa la imagen de un italiano de bigotes y sombrero. dónde cita el nombre de la empresa y su lugar de ubicación en Torino.- gracias con esto me ilustré un poco sobre esta botella que tengo.-
ResponderEliminarHoy después de escuchar la milonga por 50 años se me ocurrió saber que significaba la palabra priorato y trinchieri no se me ocurría pensar que se trataba de 2 bebidas felicito por el informe valioso informe
ResponderEliminarLógicamente únicamente quienes vivieron en aquellos tiempos sabían a que se refería el autor de esa hermosa letra que se escucha hasta hoy
ResponderEliminarMuchas gracias por la información siempre me pregunté de dónde venían las palabras Priorato y Trinchieri. Ahora me falta averiguar quién fue Cafieri
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