miércoles, 23 de noviembre de 2011

La edad de oro de los puros argentinos 3

Nuestro asombro aumenta a cada paso de este breve estudio de la industria nacional de puros en la década de 1890 realizado por Juan Domenech en su Historia del tabaco, según hemos ido viendo en dos entradas anteriores. Y la cosa no termina allí. Bien al contrario, continúa la enumeración de las fábricas que en esa lejana época colmaban el mercado con sus productos hechos a mano a partir de los mejores tabacos argentinos (especialmente tucumanos y correntinos) y de Paraguay, Brasil y Cuba, entre otros.
"La Ciudad Condal", de A. Fuster y Cía, situada en Tucumán al 700, producía tabacos finos y eran famosas sus Brevas de La Condal, ocupando no menos de 70 u 80 operarios. "La Honradez", de don Fernando Camps, en 25 de Mayo a la altura del 250, producía imitaciones habanas y trabajaban unos 30 obreros. "
"La Sin Bombo", famosa y poderosa manufactura de los acreditados cigarrillos La Sin Bombo, Ideales y Sublimes, que tenía la marca de cigarros puros "El Globo", ocupaba en sus talleres de puros a 70 u 80 operarios. Su fabricante, don Juan Canter, aun conserva el prestigio de haber sido el primer tabaquero del país." (1)


"La Abundancia", la famosa fábrica de cigarrillos "Excelsior", que elaboraba cigarros imitaciones habanas muy finos, daba ocupación a unos 80 operarios, muchos de ellos procedentes de Cuba. "El Olimpo", del señor Santos Benítez, cubano, que elaboraba habanos de lujo, estaba situada en San Juan y San José y daba trabajo a unos 30 o 40 obreros, muchos de ellos de origen cubano y canario."
"La Habana", de Ibarra y Pagola, hacía puros habanos de calidad y ocupaba unos 40 obreros. Villalba Hnos, fábrica de los cigarrillos TeléfonoPierrot y Tómbola, situada en Flores, tenía su casa central en la esquina de Florida y Rivadavia, denominada "Cigarrería de Londres", también fabricaba puros especiales de tipo pequeño y empaquetado: "Cazadores", "Londrecitos", y daba trabajo en ese ramo a unos 50 obreros. "
"Cristóbal Colón", de don Pedro Cabrera, situada en la calle San Juan 1270, empleaba a unos 30 obreros cigarreros. Elías Pidal, en Méjico 1460, fabricaba cigarros de todo tipo y ocupaba unos 60 o 70 obreros. Juan López, fábrica de imitaciones habaneras, que estaba situada en San Juan entre Solís y Ceballos (2), ocupaba comunmente unos 40 obreros cigarreros".


"Nuestra memoria nos es infiel para recordar decenas de otras manufacturas de cigarros diseminadas por la capital, sus alrededores y en las ciudades del litoral (...) Entre éstas recordamos las de Peirano Hermanos, de San Nicolás, que ocupaba 70 u 80 obreros, o la firma Rebidiego (3), en Paraná, casa muy importante y de vasta producción de cigarros. Además, debemos agregar las fábricas de toscanos y otros tipos especiales como la manufactura de cigarros "Guazú", un tipo filipino, cuya casa estaba en la calle California y de la que era dueño Juan Otero, y otros talleres más que se han borrado de nuestra memoria".
¿Qué tal? La Argentina de fines del siglo XIX producía cigarros puros por millones, empleando a miles de personas y exportando buena parte de su prestigiosa producción de tipos locales e imitaciones habanas (4), hamburguesas, suizas, italianas, españolas, filipinas y vaya a saber cuántas más. Y siempre teniendo en cuenta, como aclaramos en la primera entrada de esta serie y como lo reconoce el propio autor, que se trata de una enumeración limitada por la memoria de Domenech, hombre de edad avanzada en 1940, cuando escribió el libro en cuestión.
Ahora bien, ¿qué paso con toda esa actividad? El mismo autor lo aclara bien, analizando los motivos que llevaron a la desaparición de tan vigorosa rama de la riqueza argentina. Pero eso... será en la próxima y última entrada de esta edad de oro de los cigarros patrios.

                                                       CONTINUARÁ...

Notas:

(1) Se refiere al primer tabaquero en escala industrial.
(2) De la lista de Domenech se deduce que los barrios que concentraban la mayor parte de las fábricas eran los actuales San Cristóbal y San Nicolás
(3) En realidad es "Reviriego", la cigarrería y fábrica de cigarros más importante de Paraná en aquellos años, ubicada en la esquina de Urquiza y Buenos Aires . Próximamente vamos a hacer una entrada especial sobre el tema, ya que su propietario, Antonio Reviriego, fue el desafortunado protagonista de un sonado y misterioso caso policial en las primeras décadas del siglo XX.
(4) El libro Tabaco en la periferia, de Jean Stubbs (La Habana, 1989), presenta algunas estadísticas de fines del siglo XIX que demuestran que la Argentina era un importante comprador de tabaco cubano en rama para manufactura de cigarros. Es muy atinado pensar que con esa materia prima se elaboraban los buenos "habanos" argentinos mencionados en la reseña.

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