En
octubre de 2015, una galleta procedente del Titanic fue subastada y
vendida en Londres por valor de 15.000 libras esterlinas (alrededor de 23.000
dólares). La bien estimada pieza provenía de la ración de supervivencia
correspondiente a uno de los botes salvavidas hechos al mar durante el
desafortunado naufragio, y su estado luego de ciento tres años era
verdaderamente notable. Fue fabricada por la casa Spillers & Bakers de
Cardiff (Gales), subsidiaria de la antigua empresa Spillers, que llegó a
contar con numerosas plantas en distintos puntos de Gran Bretaña (1). Desde
luego, el acontecimiento tuvo una enorme y comprensible repercusión mediática
mundial acorde a la celebridad histórica de la desdichada embarcación. Pues
bien, hoy vamos a conocer un caso bastante parecido (aunque nada luctuoso)
ocurrido en la Argentina hacia el año 1926, involucrando galletas muy similares
por tipo y origen. Y lo mejor de todo es que tales ejemplares se encuentran en
perfecto estado, preservados y exhibidos en un bonito museo de acceso público y
gratuito.
El
hecho tuvo lugar el 30 de junio de 1926 en inmediaciones del río Paraná de Las
Palmas, más concretamente sobre el lugar conocido en la jerga náutica como Vuelta
de Varadero. Las embarcaciones involucradas fueron el “ferrobarco” (2) María
Parera y su similar Lucía Carbó, ambos pertenecientes al Ferrocarril
Entre Ríos, empresa privada de capitales extranjeros encargada de operar
una amplia red mesopotámica. Debido a
que en ese entonces no existía el complejo conocido como Zárate - Brazo Largo (o sea, no había puentes), la firma
en cuestión se ocupaba también de transportar los convoyes ferroviarios
entre los puertos de Zárate e Ibicuy. El accidente ocurrió cuando los dos
buques, que navegaban en sentido contrario, chocaron súbitamente (3). La niebla
fue la causa principal del siniestro, sumada a la corriente y a una velocidad de navegación algo
excedida. El María Parera se llevó la peor parte, pues terminó
hundiéndose en alrededor de quince minutos sin mayores consecuencias para su
tripulación de 42 hombres (sólo 3 heridos leves), que pudo ser evacuada en su
totalidad. Providencialmente el buque no cargaba en ese viaje coches de
pasajeros sino vagones vacíos del tipo jaulas para hacienda.
Por
reglamentaciones de la época, cada bote salvavidas dispuesto en los buques de
navegación marítima o fluvial contaba con equipos de supervivencia que incluían
un botiquín de primeros auxilios y algunas raciones alimenticias. Las galletas
de Spillers eran muy usadas por sus características óptimas para ese
fin. Entre otras virtudes, su extrema sequedad las hacía bastante duras pero
también les otorgaba un período de vida útil muy prolongado, que podía llegar a
varios meses. Sus dimensiones estaban fuera de los parámetros convencionales:
aunque las imágenes obtenidas para esta entrada no lo hacen evidente, tienen
ocho centímetros de lado y casi un centímetro de espesor. Se trata de un
comestible tosco, parco y nada sabroso, pero queda claro que la intención de
tales kits era asegurar la vida de los náufragos por pocos días, como
máximo, hasta su eventual rescate.
Las dos
galletas del María Parera que aún se conservan llevan la leyenda Spillers
– Ship y fueron obtenidas en aquel
incidente por su mismísimo comandante, el capitán Alfredo Fontana, quien las
guardó como reliquias hasta su muerte, muchos años después. Luego pasaron a
manos de un hermano, quien a su vez las obsequió al señor Felipe Bustos, socio
del Ferroclub Argentino. Este último hizo lo mejor y más noble: las donó
a dicha institución, que se ocupó de colocar los añejos especímenes en un
habitáculo especial, incluyendo una breve reseña del hecho apreciable hoy en el
museo del Centro de Preservación Lynch (4).
Un
singular tipo de buque que ya no existe, un naufragio autóctono poco conocido y
unas increíbles galletas que superan los noventa años de existencia.
Curiosidades todas de las que nos gusta analizar aquí, en Consumos del Ayer.
Notas:
(1) Spillers
fue fundada en 1829 y perduró como empresa independiente hasta 1997. Hacia
finales del siglo XIX comenzó a especializarse en alimentos de larga
durabilidad para raciones de guerra y supervivencia, así como también en el
rubro de las viandas destinadas a mascotas y equinos. En sus buenos años logró
expandirse y abrió plantas de fabricación en Londres, Cardiff y Bristol. El
edificio de Cardiff subsiste convertido
en un loft de lujo.
(2) Con
ese nombre se conocía popularmente a los equipos del tipo ferry
diseñados para transportar trenes. Hasta comienzos del siglo XX los pasajeros,
equipajes y mercaderías que viajaban por ferrocarril desde las provincias
mesopotámicas hacia Buenos Aires o viceversa se veían obligados a cruzar el
Paraná descendiendo de un primer tren, subiendo a un barco, descendiendo en la
orilla opuesta y subiendo a un segundo tren que los conducía a destino. La
llegada de los ferrobarcos permitió que los convoyes hicieran el viaje de punta
a punta sin necesidad de trasbordos, más allá del lógico embarque y desembarco
de locomotoras, coches y vagones. Todo llegó a su fin en 1977, cuando se
inauguró el complejo ferrovial Zárate Brazo Largo.
(3) En
el excelente sitio de Histarmar se encuentra la crónica detallada del
suceso: http://www.histarmar.com.ar/BuquesMercantes/Ferrobarcos/Choque.htm
(4) Por
ubicación y demás datos, este es el link: http://www.ferroclub.org.ar/cdp_lynch.html
Hola, creo que sos Gustavo Choren, me tomo el atrevimiento de escribirte unas líneas para en cierta manera valorar el notable laburo que realizás.
ResponderEliminarPor ahora estoy en consumosdelayer, leyendo desde hace unas 3hs....
Excelente! Saludos
Hola, hace tiempo que no se publica nada acá o en tras las huellas del toscano. Ya no va a haber nuevas publicaciones?
ResponderEliminarSaludos!
No por ahora. Tal vez más adelante. Saludos.
EliminarBuenas noches.
ResponderEliminarNecesitaría hacerle una pregunta respecto de un material de archivo que se utiliza como fuente aquí y del cual se habla en varios artículos.
Es un material de 1895 que consulté en la Biblioteca Nacional al que le ha 'desaparecido' justo una página del artículo que busco.
Por favor es importante, muchas gracias y Felicitaciones por el blog.
Mi correo electrónico es: perc.pma@gmail.com (Leandro)
Atte.-
Se refiere a la Guía Descriptiva... Yo también lo consulté en la Biblioteca Nacional, así que supongo que no puedo brindarle una solución. Si acaso le sirve, también tienen allí la edición 1893, pero creo que está en Hemeroteca y no en la Sala General. Saludos.
EliminarSí, claro. Muchas gracias por responder.
EliminarComo en su blog ví distintas tapas a la del ejemplar de la BN, tal vez podía saber en qué otro lugar se la pueda consultar.
La de 1895 está en Hemeroteca; tal vez la de 1893 esté en la Sala de Lectura (o Hemeroteca también) pero no puedo dar con ella a través de la búsqueda online, si puede darme el indicio de alguna palabra clave para encontrarla, se lo agradezco mucho. Muchas gracias de todos modos y disculpe la molestia. Saludos.
Mi modesta experiencia con la búsqueda online me dice que no se puede obtener mucho de allí. Lo mejor es la búsqueda presencial, o sea yendo a la BN para hacerlo con alguno de sus empleados que atienden a los investigadores, intentando las distintas formas de entrada: autor, nombre del trabajo, año de edición, etcétera. Por supuesto, eso depende mucho de la persona que esté en ese momento y de su buena disposición.
EliminarSaludos.
Totalmente de acuerdo, la búsqueda online funciona a medias. A mí me facilitaron la guía luego de 3 pedidos personal en la parte de Publicaciones Antiguas... (nunca la encontraban).
EliminarTal vez el archivo intermedio del AGN tenga otra copia de la Guía.
Le agradezco mucho la molestia que se tomó en responderme todos los comentarios. Saludos. Atte.
Buenas noches.
ResponderEliminarEn un grupo de facebook de fotos antiguas de Soria (España) han publicado una foto de una tienda antigua, supuestamente de Soria, y yo sospecho que pudiera ser una tienda de Argentina. Tal vez usted pudiera ayudarme. En la foto hay dos clientes que son hombres, con un sombrero el uno y con un pañuelo el otro, que no parecen de Soria. En la tienda hay comestibles y, colgados del techo, al fondo, aperos o herramientas, tal vez de labranza, y un anuncio de un artículo que no conozco, de marca “Superior”. No puedo adjuntarle una foto en este comentario, pero me gustaría poder mandársela por correo electrónico o por el procedimiento que usted me diga.
Sin ningún compromiso.
Gracias por adelantado y reciba un cordial saludo.
Mi correo es jdelrincon@gmail.com
ResponderEliminarUn saludo.