El año 1898 encontró al Ferrocarril Sud encarando una de sus
más importantes etapas de expansión. A los destinos ya consolidados desde diez
años antes, como Mar del Plata y Bahía Blanca, se agregaban ahora otros miles
de kilómetros que complementaban y perfeccionaban esa compleja grilla de vías. Mediante construcciones propias y adquisiciones a otros ferrocarriles, el Sud de fines del siglo XIX había puesto en operaciones una nueva vía a Bahía Blanca
pasando por Tres Arroyos, un ramal de Las Flores a Tandil, un ramal a Necochea
y un enlace por el oeste que iba desde Lobos hasta Carhué, entre otros
emprendimientos de gran alcance. También había absorbido al FCBAPE (Ferrocarril
Buenos Aires al Puerto de Ensenada), con lo que iniciaba un dominio sobre la
zona platense que se completaría pocos años después. Semejante desarrollo en
pleno auge del transporte ferroviario supuso la adquisición de grandes
cantidades de locomotoras, coches y vagones, así como el establecimiento de
muchas nuevas estaciones, algunas de las cuales se situaban en pueblos y
ciudades de importancia.
En ese contexto, los viajes de larga distancia se
multiplicaron (con el evidente incremento en la demanda de coches comedores), al igual que la presencia de confiterías en las estaciones con mayor movimiento
de pasajeros. No debe extrañar, entonces, que nuestro libro de stock acuse un
progresivo aumento en la diversidad de mercaderías desde Abril de 1898 hasta
Julio de 1899. En efecto, el primer mes señalado presenta un total de 127 productos alimenticios, bebidas y tabacos, mientras que dieciséis meses después aparecen 284 artículos asentados, lo que da un aumento del 145 por ciento en la cantidad
de marcas y presentaciones ofrecidas al público. También debemos tener en
cuenta que el servicio de coches bares y comedores había comenzado apenas dos
años antes, en 1896, por lo que almorzar, cenar o beber a bordo del tren todavía
era una novedad. Así se comprende mejor la larga lista que hemos analizado en
las doce entradas anteriores de la serie y que continuaremos hoy con cuatro
grupos fundamentales de cualquier servicio gastronómico.
En esta oportunidad
nos vamos a enfocar primero en las galletitas, luego en los aderezos
(aceites, salsas y condimentos), posteriormente en los quesos y finalmente en
las infusiones y demás artículos de cafetería. Como de costumbre, cada renglón
va acompañado por la inicial de su unidad de medida de acuerdo a lo plasmado
textualmente: K (kilo), L (lata),T
(tarro), F (frasco), B (botella), P (paquete), lb (libras) y gr (gramos). A su
lado se indica el valor de venta en pesos tal cual figura en el añoso volumen.
Galletitas de Campo L 3,50
Galletitas Petit Beuffe L
3,50
Galletitas Fron Fron P 0,60
Galletitas Lola K 0,70
Bizcochos Logaste L 3,70
Bizcochos Vainilla
P 0,30
Salsa Lea & Perrins F 2,50
(1)
Salsa de anchoas F 1,40
Mostaza Francesa F 0,40
Chutney F 0,90
Pimienta de Cayena F 0,40
Curry Powder F 0,90
Azafrán gr 0,10
Aceite De Lucca K 2,00
(2)
Vinagre Inglés B 1,00
Queso Carcarañá K 1,80
(3)
Queso Copiapó K 1,60
Queso Goya K 1,50
Queso Holanda K 7,00
Queso Pategrás K 2,50
Queso de rayar K 2,40
Té Rajah N° 1 lb 2,00
Té Diamond lb 1,80
Té Yurramonga lb 3,00
Café Crudo K 1,60
Café Tostado K 2,00
Leche Granja Blanca L
0,35
Leche Condensada T 0,80
Otra lista de productos que asombra por su calidad y multiplicidad, más aun teniendo en
cuenta que no estamos hablando de grandes restaurantes ni de hoteles de lujo.
Seguramente no había entonces muchos lugares en el país con semejante
repertorio de ingredientes para sus barras y cocinas, pero el FCS estaba
constituido como una las empresas más poderosas de la época. Los trenes eran
adelantos tecnológicos de última generación, comparables a los mejores aviones comerciales de hoy, y las
estaciones eran los puntos de embarque y tránsito, comparables a los
aeropuertos de nuestros días. Por lo tanto, la comodidad y el servicio
brindados se contaban entre los mejores de su tiempo.
En la próxima entrada de la serie pondremos bajo la lupa
dulces, caramelos, confites, chocolates y otras delicias para los golosos, que
también los había en aquellos años.
CONTINUARÁ…
Notas:
(1) Lea & Perrins es la marca más antigua y tradicional
de la celebérrima salsa worcestershire o
“salsa inglesa”, creada en las primeras décadas del siglo XIX.
(2) Es curioso que el aceite esté asentado en kilos y no en
litros, pero siempre respetamos lo que dice el libro de manera textual, con las
aclaraciones correspondientes cuando hacen falta.
(3) Carcarañá fue el primer queso argentino tipificado.
Hemos hecho una breve reseña de su historia en la entrada del 13/1/2012.
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