Con todo y así las cosas, para 1885 había allí unos 10.000 habitantes permanentes, casi nada en comparación con otras ciudades de entonces. Pero aun resulta interesante analizar el desarrollo de los primeros comercios abocados a los ramos que nos convocan en este blog: la gastronomía, los alimentos, las bebidas y el tabaco. De un modo lento pero sostenido, los pioneros platenses del comercio y la industria llegaron allí para tentar fortuna en aquella prometedora metrópoli de ensueño futurista. De ello da cuenta el Contador Rubén Mario de Luca en su libro “Familias Platenses”, en el que vuelca algunos datos fundacionales de sumo interés para quienes gustamos del pasado de los argentinos. Entre 1883 y 1889, es decir, en la época que algunos señalan como de “furor inmobiliario” (y especulativo) de la novel urbe, no son pocos los locales que se abren para satisfacer las necesidades de los habitantes de entonces, compuestos en su mayoría por empleados públicos y personal de obras. Fue en esos tiempos que aparecieron los primeros exponentes de las actividades de marras, a saber:
- En el rubro gastronómico, el restaurante High Life de Pedro Maestre, la confitería Libertad, de Andrés Novais, el restaurante Buenos Aires, de Rafael Castilla, los bares y despachos de bebidas de Cachoni, Biagini, Avancini, Acquistapace, Arcolano y Soler, la fonda “Se come barato” y las análogas de Carlos Delfino y Pedro Lagrange. En las siguientes imágenes de la época fundacional se detectan otros, como el café y billar “Del Aguila”, en la esquina de 5 y 49 (obsérvese el bosque recortado al fondo, sobre la calle 1) y el café y fonda de “La Unión Española” en la calle 6, frente a la Plaza San Martín.
- En el rubro del tabaco, los pioneros fueron las cigarrerías “La Plata” y “Cosmopolita”, así como las de Chacón, Calegari, Betancourt, Villamayor y Gozzo.
Paralelamente a los mencionados, la actividad hotelera
merece un párrafo aparte por su enorme colaboración en la incipiente etapa pre
urbanística, cuando las propiedades para comprar o alquilar escaseaban. Vale
entonces mencionar al Hotel Bruny, de Armand Valanche (4) y a sus
contemporáneos París, La Amistad, La
Sonámbula (5) y De la Confianza. Terminamos
entonces con un aviso del “Hotel
Vignolles” que no sólo muestra la doble actividad de hotelería y gastronomía
desarrollada por su propietario, sino también la impronta francesa en los
primeros tiempos platenses, ya que el reclame
fue publicado en los diarios locales en el más puro idioma galo: “service a la carte, celerité, propeté,
cinque centavos le plat. Cuisine bourgoise soignée. Chambres meubles per
families, an porte les plates a domicilie. La Plata, rue 5 et 44, Juan
Vignolles.”
Notas:
(1) En la entrada del 16/11/2011 repasamos el menú del
banquete celebrado el 19 de noviembre de 1882, día de la fundación de la
ciudad.
(2) Tal era la aversión de la gente a vivir en una ciudad
nueva y despoblada, que hubo que obligar a todos los funcionarios y empleados
públicos a radicarse forzosamente so pena de ser despedidos, mediante la
llamada “ley de residencia”, que entró en vigor en abril de 1884.(3) Se considera que el primer comercio platense fue la panadería del francés Andrés Duprat, instalada a comienzos de 1883. Realmente había que tener mucha presencia de ánimo y confianza en el futuro para aventurarse a algo semejante de manera tan prematura, puesto que no hubo un núcleo urbano mínimamente constituido hasta mediados de 1884. Así lucía el “centro” de La Plata el 19 de Noviembre de 1883, a un año de su fundación. La construcción alta que se observa al fondo del extremo derecho es la iglesia de San Ponciano, en la diagonal 80.
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