Como es lógico pensar, numerosos vestigios documentales que
nos permiten recrear la atmósfera reinante en las cigarrerías argentinas de
antaño se han preservado hasta la actualidad. Basándonos en esas huellas
históricas podemos afirmar que la especialización fue excluyente en los
primeros tiempos (1). Por ejemplo, tenemos una buena descripción de un negocio
del ramo en 1862. Se trata de “Au
Gamin de Paris” de Luis Geissel,
que reza: “Cigarrería francesa del buen pito. Calle de Maipú 145.
Este establecimiento, creado en similitud con los de París, ofrece al
consumidor un excelente y variado surtido de cigarros de todas clases, Bahía,
Habanos, Suizos, Paraguayos, Criollos, etc. etc., ricos cigarrillos de papel de
tabaco negro y habanillos, tabaco francés de fumar. Virginia, Norte Americano,
Caporal y rapé francés legitimas de la Régie, sacados de la factoría imperial
de Burdeos. Recibe directamente las
novedades en artículos para fumadores. Especialidad en pitos de todas clases:
Fantasía, Belges, Neogénes, Gambier, Marseillaises, Écume Francaise, Kummer
(espuma de mar), Racine de Bruyére, armados y no armados. Primer introductor de
las pastillas preparadas de Cochou, al uso de los fumadores, para quitar el
gusto y el olor del tabaco, y perfumar el aliento” (2). Por la misma época
ubicamos, en el reverso de un boleto del tranway
a caballo, una propaganda de la Cigarrería Francesa que alude a su amplia
oferta de tabacos y pitos, con especial énfasis en la variedad de “espuma de
mar” (3). Desde el punto de vista presencial, podemos imaginarnos a esas
tiendas finiseculares del XIX como sitios atiborrados de mostradores, vitrinas y
estanterías confeccionadas en maderas nobles, cuyo aroma se confundía con el de
los buenos tabacos ofrecidos a la venta (4)
Notas:
(1) Hasta el decenio de 1910, muchas cigarrerías combinaban la venta con la fabricación propia de cigarrillos y puros.
(2) Reseña obtenida del trabajo Manuel Malagrida. Los orígenes de la industria del cigarrillo en la
Argentina, de Juan José Ruiz, con revisión y correcciones de Alejandro
Butera. El texto es de libre acceso en
la página del Cigar Pack Collectors Club
of Argentina: http://cpcca.com.ar Recomendamos su lectura a
todos los interesados en el tema, ya que se trata de un completo estudio del
pasado del sector tabaquero nacional a través de la vida de uno de sus
protagonistas más destacados.(3) La “espuma de mar” es un mineral llamado sepiolita, de estructura rígida pero maleable. Fue muy utilizado en otros tiempos para la fabricación de pipas vistosas y ornamentadas.
(4) El autor de este blog, que no teme dar con sus huesos en el averno, entregaría su alma al diablo con tal de viajar en el tiempo, visitar uno de aquellos locales y experimentar esa sensación olfativa.
(5) Esta combinación puede parecer una especie de “cocoliche” hoy en día pero resultaba común durante la mayor parte del siglo XX. Aun subsisten algunos ejemplares de tal naturaleza, por ejemplo, en la Avenida de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires, y también en otras metrópolis del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario