miércoles, 13 de noviembre de 2013

Viejos consumos en el cine nacional: Mercado de Abasto (1955)

Promediaba la década de 1950 cuando la edad de oro del cine argentino todavía se mantenía firme. En ese contexto, muchas eran las obras que centraban su enfoque en la vida cotidiana de la población. Una de ellas logró convertirse en un clásico por diversas razones, empezando por el destacado grupo de actores y actrices que la protagonizaron. Se trata de Mercado de Abasto, la celebérrima película del no menos afamado director Lucas Demare que transcurre casi íntegramente en el legendario punto comercial de marras y sus inmediaciones (1). Por el escenario y la temática plasmados en el film, son casi incontables las situaciones en las que se pueden observar los usos de la época en cuanto al consumo de alimentos,  bebidas  y tabacos.  De esa miríada de momentos elegimos tres ejes centrales para destacar: ellos son el mercado propiamente dicho, el picnic y el bodegón.


A poco de comenzar la cinta podemos ver al gran Pepe Arias en el papel de Lorenzo, consignatario del mercado enfrascado en distintas discusiones con sus proveedores. Entre regateos por ciertos cajones de verdura “pasada” y un lote de berenjenas con hongos, el personaje se dirige a una de las escaleras mecánicas que comunicaban las diferentes plantas del enorme establecimiento (2).  En el plano largo se aprecia con claridad un gran cartel de Ginebra Bols y en el posterior plano corto vemos a un individuo semicalvo encendiendo y luego pitando su cigarro toscano inmediatamente detrás de Arias: algo muy propio del lugar (los puesteros del Abasto eran grandes fumadores de toscanos, según algunos historiadores memoriosos de la Ciudad de Buenos Aires) y bastante frecuente en una época en la que las prohibiciones al tabaco eran  harto escasas.


Poco después aparece otra de las estrellas de la película:  Tita  Merello  (Paulina), puestera dedicada a una actividad que ya no se ve en los ámbitos urbanos. En efecto, la imagen expone a la mujer desplumando una gallina con rapidez y destreza. En esos años, las aves llegaban vivas a los grandes mercados concentradores  (había trenes con vagones especiales dotados de jaulas para gallinas, pollos y patos) y recién allí eran “procesadas” para la venta final. Con todo, algunas amas de casa preferían realizar por sí mismas el sacrificio y la limpieza de los plumíferos, por lo que no era raro ver a las vecinas transportando gallináceas vivas hasta sus domicilios.


La secuencia del picnic es quizás la más famosa, dado que en ella Tita Merello canta el tango Se dice de mí, que pasó a la posteridad como una de sus interpretaciones más logradas. Habría mucho para decir respecto de los consumos visibles, pero resulta más importante señalar la virtual desaparición de esa modalidad gastronómica y festiva de tipo grupal, tan extendida en otras épocas. Vinos y bebidas en botellas, botellones y damajuanas, viandas transportadas en canastos y otros elementos propios de la situación dominan todos los planos.


Hete aquí que la citada Paulina es también propietaria de un bodegón emplazado justo enfrente del mercado bajo el nombre La Flor del Abasto. En cierto momento del film la protagonista se casa con el villano interpretado por Juan José Miguez (Jacinto) y realiza la fiesta dentro del comercio de referencia, lo que nos permite ver las típicas estanterías adosadas a las paredes e incluso rodeando a las columnas, todas ellas rebosantes de botellas. Al día siguiente el negocio vuelve a funcionar con normalidad, y en un paneo tan  rápido como invalorable se aprecia una de aquellas recordadas cajas registradoras, con la salvedad de que en ese entonces funcionaban como algo normal y no eran piezas de museo.


Así culmina el repaso de esta entrañable creación del cine nacional en sus mejores tiempos, cuando la actividad  representaba un orgullo para la nación y una fuente de trabajo para miles de personas. Y lo mismo sucedía con los mercados (3), que ya casi no existen como tales, excepto alguna honrosa excepción.

Notas:

(1) Breve ficha técnica: “Mercado de Abasto”. Dirección: Lucas Demare. Guión: Sixto Pondal Ríos. Intérpretes: Pepe Arias, Tita Merello, Juan José Miguez, Pepita Muñoz, Luis Tasca. Estrenada el 3 de febrero de 1955.
(2) El Mercado de Abasto fue inaugurado en 1889, pero su edificio más conocido se construyó en 1934 sobre una superficie de 25.000 metros cuadrados. Era sito en la Avenida Corrientes al 3200, donde ahora se levanta un shopping que conserva parte de su fachada principal. Contaba con cuatro niveles que incluían dos subsuelos, una planta baja y un primer piso. El segundo subsuelo correspondía al sector de concentración de productos del interior y depósito, en el primer subsuelo se desarrollaba la venta de carne en remate público, en la plata baja se ubicaba el comercio mayorista, y en el primer piso la venta minorista.


(3) En la entrada del 17/01/2013 analizamos la historia de los viejos mercados porteños. 

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